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Samuel Curtis Johnson: El generoso y determinado fundador de una compañía familiar

Al igual que la mayoría de las historias, la del fundador de SC Johnson, Samuel Curtis Johnson, tuvo que dar muchas vueltas y giros antes de que él pudiera crear nuestra empresa familiar. Nacido en 1833, Samuel pasó las primeras cinco décadas de su vida en la región central de los Estados Unidos, trabajando en industrias tan diversas como el ferrocarril y el comercio minorista. Pero tal fue su suerte, que ninguna de sus empresas tuvo éxito verdadero.
 
Afortunadamente para nosotros, ya que, en 1886, Samuel compró el negocio de pisos de parqué de Racine Hardware Manufacturing Company, ubicado en Racine, Wisconsin. Este fue el inicio de la empresa que hoy en día lleva su nombre.

Samuel Curtis Johnson: Un empresario incansable

Samuel trabajó incansablemente durante los primeros años de su nuevo negocio de pisos de parqué. Era vendedor, contador y gerente del negocio. Cinco días a la semana, recorría la zona rural para vender pisos a los contratistas que construían viviendas, iglesias, hoteles y edificios públicos. 

Samuel Curtis Johnson, fundador de SC Johnson
Samuel Curtis Johnson compró nuestra empresa a la edad de 53 años.

Los sábados, regresaba a Racine para despachar pedidos y atender sus obligaciones administrativas. Después del primer año, la empresa de pisos tuvo una ganancia neta de 268,27 USD. Y el negocio siguió creciendo, con ventas de Colorado a Nueva Inglaterra, y al sur de Mississippi. 

A medida que se multiplicaban las ventas, lo mismo ocurría con las cartas de clientes que habían comprado pisos, en que le preguntaban cómo cuidar de los pisos nuevos. Limpiarlos con jabón corriente y agua tendía a arruinar el fino acabado del piso, y el agua deformaba los pequeños bloques de parqué. 

Entonces, Samuel hizo lo que haría cualquier buen empresario: Comenzó a buscar la mejor forma de satisfacer las necesidades de sus clientes. La leyenda de la empresa cuenta que mezcló lotes de cera para piso en su bañera, en un intento por encontrar la mezcla perfecta que protegiera los pisos y les diera un brillo duradero.

¡Eureka! He aquí la cera Johnson

Los primeros experimentos de Samuel para el cuidado del piso se inspiraron en los castillos franceses. Había escuchado que sus pisos prístinos duraban durante siglos. El secreto, aparentemente, estaba en encontrar la cera correcta. Sorprendido e intrigado, Samuel siguió con sus experimentos. 
 
Poco tiempo después, todos los pisos de parqué Johnson incluían una lata de cera en pasta preparada de Johnson. Incluso las personas que no tenían pisos Johnson comenzaron a ponerse en contacto con él, con la esperanza de comprar este sorprendente producto. Y a medida que la tendencia cambió de pisos de parqué a pisos de arce y roble, las ventas de cera para piso aumentaron aun más. 

La presencia de la compañía se extendió por toda la región central. Y después de que Samuel comenzó a promocionar el producto a nivel nacional, con anuncios publicitarios en The Saturday Evening Post, el negocio prosperó. Para 1898, las ventas de cera para pisos, acabados y recargas de madera de Johnson superaban las ventas de pisos.

Un líder de un negocio familiar y un líder de la comunidad

Con su hijo, Herbert, que ahora le ayudaba a administrar el negocio, Samuel siguió intentando encontrar la mezcla. Pero también mantuvo y amplió su compromiso con la comunidad. 

Todos los años, donaba el 10% de sus ingresos para mejoras para la ciudadanía. Gran parte de su tiempo lo dedicaba a servir como voluntario en programas para jóvenes. Fue presidente de la YMCA local e hizo varios importantes aportes a la YMCA y a la YWCA. También ayudó a fundar una escuela en Braxton, Mississippi, y ocupó el cargo de director para el estado de “Sunshine Society”, una organización que asiste a niños con necesidades especiales.

El fundador de Johnson Wax, Samuel Curtis Johnson, retribuye a la ciudad de Racine, Wisconsin, el hogar de nuestra compañía familiar
Samuel se hizo conocido como el “gran hombre” de Racine, un elogio por sus profundas convicciones comunitarias. Puso la primera piedra del edificio de la YMCA en 1915.
Cera de Johnson
La cera preparada Johnson fue la primera diversificación de la empresa, y nos puso en una senda del crecimiento que perdura hasta hoy.

Al extender esta mano de ayuda generosa a su comunidad, Samuel forjó un legado de dar que ha perdurado en nuestra cultura por cinco generaciones. La familia Johnson no solo es muy activa en sus actividades filantrópicas, sino que nuestra empresa también entrega el 5% de sus ganancias antes de impuestos a beneficencia todos los años, una tradición que ha continuado por más de 80 años.

Fundador de SC Johnson deja un legado imperecedero

Cuando murió en 1919 a los 86 años de edad, Samuel dejó un negocio floreciente, una tradición filantrópica que perdura hasta nuestros días y una empresa familiar dedicada a mejorar la vida de las familias. 

A su muerte, un elogio en un periódico local destacaba su contribución más importante: “Enumerar las actividades de beneficencia de este gran hombre es una tarea bastante difícil; su vida fue simple, vivió con sencillez y fue generoso en sus regalos. Tenía un interés especial en la gente joven y los ayudaba a ayudarse. Nadie nunca sabrá la ayuda que dio a las personas necesitadas y en problemas”.

Samuel luchó la mayor parte de su vida, pero cuando tuvo éxito, no pensó en sí mismo, sino en una forma de retribuir a la comunidad. Esa es la lección que procuramos seguir hasta el día de hoy. Sin duda alguna, todos estamos agradecidos de su legado imperecedero.