Cómo las alianzas estratégicas contribuyen a la lucha de SC Johnson contra las enfermedades transmitidas por mosquitos en todo el mundo
En SC Johnson, hemos formado varias alianzas clave en nuestro intento por ayudar a las personas a evitar las picaduras de mosquitos y las enfermedades que son transmitidas por mosquitos. A través del trabajo con socios en el gobierno, la industria y las organizaciones sin fines de lucro de todo el mundo, intentamos causar un impacto considerable, en particular para aquellos que viven en la base de la pirámide, o “BOP”.
Ministerio de Salud de Ruanda y Sociedad para la Salud Familiar de Ruanda
El 90 por ciento de los ruandeses está en riesgo de contraer malaria. Para abordar este riesgo y otros problemas de salud pública, en 2018, SC Johnson formalizó una alianza con el Ministerio de Salud de Ruanda y la Sociedad para la Salud Familiar de Ruanda.
La idea fue reunir a líderes de los sectores privado, académico y de la salud para crear un sistema de salud más sólido y mejor conectado y hacer más accesibles los servicios. La Dra. Diane Gashumba, ministra de Salud de Ruanda, indicó que la alianza “ayudaría a mejorar la salud de las familias en general y a enfrentar inmediatamente los desafíos de la salud, como la malaria, en todo el país”.
Construimos 10 puestos de salud en Ruanda que dieron acceso a servicios de salud a más de 60 000 personas. Antes de eso, se estimaba que un ruandés promedio que buscaba atención de salud debía caminar hasta tres horas para llegar a los servicios de salud más cercanos.
En 2019, anunciamos planes de apoyar el desarrollo de 40 puestos de salud adicionales, ampliando el acceso a la atención médica y la educación sobre la malaria a más de 200 000 personas. Es un paso emocionante que, lo reitero, no podríamos dar sin nuestros socios que trabajan en los puestos.
Manasseh Gihana Wandera, director ejecutivo de la Sociedad para la Salud Familiar de Ruanda, indica que los puestos permitirán que su equipo “llegue a las comunidades rurales, eduque sobre las forma de prevenir la malaria y brinde un enfoque holístico para el acceso a los servicios de cuidado de la salud”.
La alianza actual también comprende el desarrollo de estándares nacionales para enfrentar las enfermedades transmitidas por mosquitos y el establecimiento de estándares de seguridad y eficacia para los productos de control de plagas. Los estándares se centrarán en la distribución y el uso de productos repelentes de insectos personales y espaciales contra mosquitos, así como en el fomento de cambios de comportamiento positivos para reducir el riesgo potencial de enfermedades transmitidas por mosquitos.
Al visitar uno de los puestos de salud existentes, Fisk Johnson, presidente y director ejecutivo, comentó que las historias que escuchó del personal y los pacientes fueron conmovedoras y poderosas. Igualmente importante es el aporte que el aprendizaje obtenido de la alianza puede hacer a las iniciativas futuras.
Universidad de Notre Dame: Demostración del valor de los repelentes espaciales para la salud
Otro socio en nuestra lucha por proteger a las personas de las enfermedades transmitidas por mosquitos es la Universidad de Notre Dame. La universidad se destaca en la investigación de las enfermedades transmitidas por vectores y su trabajo se ha concentrado en demostrar el valor de los repelentes espaciales para la salud pública.
“La función de la repelencia en la protección de las personas contra las enfermedades transmitidas por artrópodos, como la malaria y el dengue, fue reconocida por primera vez hace más de 50 años”, indica Nicole L. Achee, Ph.D., profesora asociada de Investigación en la Universidad de Notre Dame.
“Sin embargo, la inclusión de los productos de acción repelente espacial todavía no se recomienda completamente para los programas de salud pública. Nuestro equipo ahora tiene la oportunidad, y la responsabilidad, de hacer adelantos en estos productos para aquellas poblaciones que están más necesitadas”.
En febrero de 2019, la universidad recibió la subvención para investigación más grande su historia para una propuesta individual que les permitirá financiar esta iniciativa. La subvención proviene de Unitaid y permitirá que Notre Dame dirija la gestión, supervisión y administración de una investigación a cinco años que tiene por objetivo determinar la eficacia de un producto de acción repelente espacial en la prevención de las enfermedades transmitidas por mosquitos, como la malaria, el dengue y la chikunguña.
SC Johnson es el aliado de la industria que apoya la iniciativa y colabora con el equipo para desarrollar un método de aplicación de los repelentes espaciales, lograr adelantos en la investigación sobre enfermedades transmitidas por insectos y probar el producto en lugares del mundo donde es endémica la malaria.
“Los repelentes espaciales nos permiten prevenir la propagación de la enfermedad en lugares donde las intervenciones tradicionales, como las redes para mosquitos y los aerosoles residuales para interiores, no son completamente eficaces”, señala Neil Lobo, Ph.D., profesor asociado de Investigación en la Universidad de Notre Dame.
“Tenemos datos que demuestran que los repelentes espaciales son eficaces contra las poblaciones resistentes a los insecticidas, lo cual posiblemente tenga el potencial de restringir la propagación o la resistencia a los insecticidas, uno de los muchos desafíos que enfrentan en la actualidad los funcionarios de salud pública. La transmisión residual es también otra preocupación a nivel mundial y, cuando los combinamos con otras herramientas, esperamos que demuestren que son más eficaces”.
La Fundación Bill & Melinda Gates
SC Johnson colabora con la Fundación Bill & Melinda Gates en varias iniciativas dirigidas a la base de la pirámide (BDP) debido a las perspectivas complementarias que aportan ambas organizaciones.
Dependiendo de la iniciativa, nuestros equipos combinados por lo general se componen por personas muy versadas en diversas disciplinas, como entomología médica, farmacología, entrega de salud pública mundial, modelado de mercado, fabricación y suministro de productos.
Sobre todo, aunque todos aportamos conocimientos técnicos a nuestros equipos, compartimos la creencia de que las soluciones solo tendrán un impacto significativo si se basan en la vida cotidiana de nuestros usuarios finales. Por lo tanto, pasamos tiempo juntos en las comunidades de las personas a quienes intentamos servir.
En ocasiones, se utilizan mal o no se utilizan en absoluto si no tienen cabida en las rutinas existentes de las personas, la vida cotidiana y los hábitos generalizados. Esta información impulsa nuestro trabajo con la Fundación Bill & Melinda Gates. Adoptamos un enfoque centrado en el ser humano, y nos sumergimos en la vida de nuestros usuarios finales para conocer de manera genuina sus prioridades, la forma en que viven y lo que verdaderamente es importante para ellos.
Los equipos dedican tiempo a dormir con las familias en sus casas bajo redes contra mosquitos, a extraer la savia de los árboles con trabajadores migrantes en plantaciones de caucho, o a viajar con parteras para proporcionar cuidados en comunidades rurales.