Todo empieza con los datos
El programa Greenlist™ se basa en un interés constante y riguroso para recopilar los datos más relevantes en cuanto a los ingredientes y a su posible impacto. Ello incluye el análisis de la información del proveedor, así como la subsanación de cualquier laguna mediante datos públicamente disponibles y científicamente rigurosos provenientes de fuentes como TOXNET de los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. y la base de datos de la Agencia Europea de Sustancias Químicas.
Marcando estándares en materia de seguridad
En una exposición suficientemente elevada, cualquier ingrediente, incluso el agua, puede resultar peligroso. Y a una exposición lo suficientemente baja, todo es seguro. La clave es identificar el nivel en el cual un ingrediente puede utilizarse de manera segura.
Nuestra evaluación de peligros brinda un punto de partida. Si la ciencia indica un peligro potencial, evaluamos el riesgo basándonos en cómo se utilizará un producto, quién se expondrá al mismo, a qué cantidad, durante cuánto tiempo y con qué frecuencia.
Observamos los escenarios de exposición más amplios posibles, como un margen adicional para establecer un estándar de “protegido a todo riesgo”.
Cuatro pasos para la mejora
Basándonos en los datos y nuestros estándares de seguridad, sometemos cada ingrediente a la evaluación de cuatro pasos que combina la evaluación de peligro y riesgo.
Los pasos buscan en cada ingrediente: 1) Peligros crónicos para la salud humana, 2) peligros ambientales a largo plazo, 3) riesgos agudos para la salud humana o medioambiental y 4) otros efectos potenciales como reacciones alérgicas.
Las evaluaciones de riesgos se desencadenan debido a un ingrediente que no aprueba los criterios de peligro. Los resultados son nuestra guía para el desarrollo de los productos.