La persistencia de Samuel Curtis Johnson rindió frutos: La historia de SC Johnson tiene un inicio poco probable
Su historia es nuestra columna vertebral. Sigue inspirándonos para ser fieles a nuestros instintos, crecer y crear los mejores productos para las familias en todas partes.
La historia de los negocios estadounidenses está llena de relatos como este
El primer emprendimiento de Samuel, en los ferrocarriles, parecía prometedor. Era el siglo XIX y la industria ferroviaria tenía un gran auge. Samuel aceptó un empleo en el cual ayudaba a desarrollar un nuevo ferrocarril e invirtió la mitad de su salario en el negocio. Tenía mucha confianza, pero la compañía no pudo sostenerse. Cuando el negocio quebró, Samuel perdió su empleo y sus ahorros.
El fundador de la compañía SC Johnson enfrentó muchos retos
Con optimismo, puso la mirada en una nueva oportunidad. El siguiente puesto de Samuel fue como socio de una librería y papelería. Después de unos años, acumuló suficiente capital para comprarle a su socio su parte del negocio. Pero el entusiasmo de Samuel volvió a superarlo. La compañía fracasó y, una vez más, estaba buscando un nuevo comienzo.
Para Samuel Curtis Johnson, la tercera fue la vencida
Samuel lo encontró en Racine, Wisconsin, donde se mudó con su familia en 1882. Tenía casi 50 años de edad y no era el empleado típico. Sin embargo, con gran ánimo se unió a Racine Hardware Manufacturing Company como vendedor de pisos de parqué. Después de cuatro años, compró el negocio de pisos. El resto es la historia de SC Johnson.
Con solo cuatro empleados iniciales, Samuel trabajaba incansablemente, encargándose de las ventas, la contabilidad y la administración. Y funcionó. La compañía obtuvo ganancias netas en el primer año. Pero, lo más importante fue que para 1898 había desarrollado una línea de productos para el cuidado de pisos que generó más ventas que todo el negocio original de pisos.
Samuel había visto una oportunidad que otros habían pasado por alto: productos de cera para mantener los nuevos pisos con un aspecto fabuloso. Aunque ya tenía más de 50 años, su persistencia había rendido frutos por primera vez. La confianza que Samuel tuvo en sí mismo y en sus productos condujo a un negocio exitoso y creciente.
Todo negocio duradero en algún momento enfrenta obstáculos. H.F. Johnson, Jr. tuvo que guiar a nuestra compañía durante la Gran Depresión. Sam Johnson expandió la compañía a nuevos productos y regiones y, por supuesto, tuvo algunos tropiezos. Nuestro presidente de la Junta Directiva y director ejecutivo actual, Fisk Johnson, constantemente ha tenido que navegar por los desafíos económicos de la era de los negocios globales.
Pero en todos los retos que enfrentamos como compañía, sigue vivo el legado de Samuel, nuestro fundador. Perseveramos, porque es el ejemplo que Samuel nos dio hace tantos años y, en la actualidad, un valor firme que nos impulsa hacia delante.
Para cuando murió Samuel en 1919, “Johnson’s Wax” ya era un nombre conocido en los hogares estadounidenses. Imagine lo que Samuel habría pensado acerca de nuestra empresa global actual de 10 000 millones USD.